Unidos podemos clasificar a la Copa Oro
No es la primera vez que Honduras se encuentra en una situación decisiva que lo puede dejar al margen de un evento importante. En 2012 estuvimos a punto de quedar fuera de la hexagonal rumbo a Brasil 2014 y se vivían momentos similares al de hoy hasta que goleamos a Canadá en el estadio Olímpico de San Pedro Sula.
Se ratificó en Guayana anteayer que Honduras no sabe jugar de grande a pequeño y cuando más se espera de la Selección, más desilusión nos produce. Lo bueno es que también ocurre a la inversa, por lo que pasado mañana esperamos una reivindicación del equipo de todos. Hay que entender que para Guayana jugar la Copa Oro es lo mismo que para Honduras: clasificar al Mundial porque ellos al no ser parte de Fifa no pueden clasificar para los mundiales.
El entrenador Pinto confió demasiado en los legionarios con los cuales no ha trabajado y que hoy no se encuentran en el nivel en el que él los conoció cuando fueron sus rivales. Esto hizo que la Selección encajara tres goles perfectamente evitables en un equipo que tiene trabajo; el primero a la salida de un córner es imperdonable, y los otros dos mostraron una clara falta de entendimiento entre los defensas y los volantes de contención.
El hecho de poner en la alineación inicial a cinco legionarios más tres suplentes fue el gran error de Pinto porque solo tuvieron dos entrenamientos con el equipo liguero con el que él había trabajado 25 sesiones. A excepción de Andy Nájar y Bryan Beckeles que sugerí como titulares e ingresaron en el segundo tiempo haciendo verse mejor a la Selección, el resto de legionarios mostró falta de ritmo, lo cual es lógico en los dos de la MLS porque están iniciando su campeonato, mientras los otros no son titulares en sus equipos del extranjero.
En la actual defensa hace falta un jugador local que infunda respeto, por ejemplo Osman Chávez que tiene experiencia y ahora está en Platense. La improvisación de una pareja de defensas centrales que solo entrenó junta dos veces le pasó factura a Pinto.
Honduras tuvo el control de la pelota casi todo el juego, pero Guayana con cuatro llegadas claras nos anotó tres goles, mientras faltó en el mediocampo hondureño un volante que acompañara a Mario Martínez para habilitar a los delanteros.
El domingo podemos ganar sin sobresaltos si tenemos calma y nos unimos empujando el barco de la Selección, nuestros rivales tienen una buena defensa, saben contragolpear y poseen buen juego aéreo, pero nada extraordinario sobre todo si no contarán con Privat, el delantero del Caen de Francia, que nos marcó dos goles el miércoles.
El principal enemigo de Honduras pasado mañana podríamos ser nosotros mismos si no controlamos nuestras reacciones negativas.